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Entrevista a Manel Guardia, professor i arquitecte de l'escola

09/03/2015

La Vanguardia publica a la Contra d'aquesta setmana una entrevista a manel Guardia que acaba de presentar un llibre recopilatori d'imatges aèreas històriques de la ciutat

Entrevista de La vanguardia digital:

Manel Guàrdia: "Barcelona se ha quedado embobada con su propio éxito"


50 años de fotografías aéreas de Barcelona. Esta es la propuesta, en blanco y negro, del libro ‘Barcelona. Memoria desde el cielo, 1927-1975’ (Editores Lunwerg) donde se puede ver a vista de pájaro la transformación urbanística de la ciudad desde antes de la Guerra Civil hasta la llegada de la democracia. El profesor titular de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y licenciado en arquitectura, Manel Guàrdia, ha sido el encargado de seleccionar más de 200 imágenes en una edición revisada y actualizada sobre fotografía aérea en Barcelona en colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya. 

 -¿Cómo surgió la idea de publicar el libro?
- Me he dedicado a estudiar la historia urbana de Barcelona y las fotografías aéreas son una fuente muy importante de este periodo más reciente.

- ¿Cuándo se hicieron las primeras fotografías aéreas de Barcelona?
- Con motivo de la Exposición Universal del 1888 y desde un globo. Pero la voluntad de ver la ciudad desde arriba está presente desde mucho antes. Desde el famoso mito de Ícaro hasta las constantes reproducciones a vista de pájaro de la ciudades en el Renacimiento o con el pionero de la fotografía aérea, el francés Félix Nadar, durante el siglo XIX.

-¿Quién hizo estas primeras fotografías en Barcelona?
- Las dos fotografías que se conservan de Barcelona son las que hizo Antoni Esplugues, durante la Exposición Universal, desde un globo cautivo que se ofrecía al público la posibilidad de admirar desde el cielo las instalaciones del certamen. También desde el inaugurado monumento de Colón hizo una fotografía panorámica del puerto.

- ¿Cuándo se empezó a popularizar la fotografía aérea?
- Se generalizan con los primeros campos de aterrizaje en la zona del Llobregat y con la afición a la práctica del vuelo en las primeras décadas del siglo XX.

- ¿Cuál era su finalidad?
- Las primeras fotografías aéreas al estar muy relacionadas con la exposición tienen un carácter propagandístico aunque la dimensión militar siempre ha sido muy importante.

- ¿Otra función es la cartográfica?
- La primera serie de fotografías verticales en Barcelona la realizó en 1927 la Escuela Aeronáutica Naval por encargo del Ajuntament con el objetivo de confeccionar los planos parcelarios bajo la dirección de Vicenç Martorell Portas. Este documento, que se conoció como el ‘Plano de la Ciudad’, sería fundamental en la gestión del urbanismo de la Barcelona del siglo XX.

- ¿Por qué cree que suscita tanto interés las fotografías aéreas?
- La fotografía aérea se convierte en un elemento de control pero también de compresión de la ciudad. El interés de ver la ciudad desde el aire crece en Barcelona en el momento que se derriban las murallas. Las ciudades que más crecen son las ciudades que tienen más interés.

-¿Cómo se ha ido captando la transformación urbanística de la ciudad con las fotografías aéreas?
- Las fotografías verticales permiten examinar muy bien las transformaciones urbanas. Por ejemplo, toda la parte de la Diagonal o áreas como la Zona Franca y el Puerto entre 1947 y 1975 cambiaron radicalmente.

- El libro recoge fotografías aéreas entre 1927 y 1975. ¿Durante este periodo cuándo se produce la mayor transformación urbanística?
- Indiscutiblemente durante el periodo de desarrollismo. Todos los cambios se producen después del plan de estabilización de 1959. Es un cambio radical que deja muchos déficits y problemas.

-¿De las imágenes seleccionadas destacaría alguna?
- Una imagen brutal es la fosa común de Montjuïc de 1970. Te deja impresionado y es la imagen misma del periodo negro del franquismo.

- ¿Qué es lo que más le ha sorprendido a la hora de recopilar estas imágenes?
- Hay muchas imágenes que son resúmenes gráficos e inmediatos de cambios que no somos conscientes. Yo viví incluso durante estos años y no tenía esta consciencia de la rapidez y radicalidad de los cambios.

-¿Cree que Barcelona es una ciudad bonita para fotografiar desde el cielo?
- La gracia de estas fotografías no es tanto su belleza sino la capacidad de podernos llevar a ese periodo de luces y sombras. El blanco y negro encaja muy bien, después viene el color.

- ¿Y cómo serían esas imágenes en color?
-El periodo preolímpico y democrático sin lugar a dudas se ilumina pero como todavía han pasado pocos años resultaba un poco acrítico hacer un libro con imágenes aéreas de esta época. Yo creo que el periodo más reciente necesita una revisión urbanística que huya del ‘satisfechismo’. 

- ¿Cómo sería la imagen aérea actual de Barcelona?
- Barcelona es una ciudad con una imagen muy fuerte y una gran legibilidad, tiene una potencia filmativa muy clara. Esta capacidad de ser reconocida al primer golpe de ojo es muy importante para una ciudad. La lógica casi obsesiva de L’Eixample es de alguna manera el gran elemento conjuntivo de la ciudad.

- En el libro recoge imágenes verticales y oblicuas, ¿qué diferencias hay?
- Las fotografías verticales son las que te permiten hacer comparaciones mientras que las oblicuas son las que aportan información de una forma más eficaz e inmediata donde puedes observar aspectos diferentes de la ciudad e incluso anecdóticos.

- Por ejemplo…
- Hay una fotografía de la Diagonal con los coches aparcados en medio en un día de partido en el Camp Nou. Antes aprovechan esta avenida para aparcar porque no era una vía de salida, se interrumpía y se cogía por Pedralbes la carretera de Esplugues. Son visiones sorprendentes de la ciudad, como las imágenes de la plaza de Lesseps que siempre ha sido un tema irresuelto.

-¿Quedan muchos temas irresueltos en Barcelona desde el punto de vista urbanístico?
- El modelo de crecimiento y renovación de construcción de la ciudad ha sido una gestión muy exitosa pero al mismo tiempo se han cometido errores por automatismos, como el Fòrum de les Cultures. El problema de Barcelona es que se ha gustado tanto que se ha quedado un poco embobada con su propio éxito. También veremos en las próximas décadas si seremos capaces de hacer lo que se ha hecho en estos últimos 30 años. Yo creo incluso que necesitamos tiempo para digerir un poco lo que ha pasado y hacer una valoración distanciada. Posiblemente será uno de los periodos más interesantes que se estudiará de Barcelona pero el modelo urbanístico está agotado.